martes, 2 de febrero de 2016

RÁBANOS

                                       
El rábano (raphanus sativus) es una planta comestible, de raíz carnosa, blanca o roja que es cultivada y consumida en casi todo el mundo, usualmente crudo en ensaladas, aunque también se cocinan y se usan para platos calientes. El rábano ha sido cultivado por siglos en zonas de Europa y Asia, y su origen parece situarse en China, actualmente se cultiva en áreas de clima templado.
Los rábanos pertenecen a la familia de la col y el nabo. Existen muchas variedades. Los hay blancos, negros, rosas, violetas o rojos. Son ideales en dietas hipo calóricas ya que tienen unas 20 Kcal por cada 100 gramos, tienen mucha cantidad de agua y sales minerales, principalmente azufre, hierro y yodo. Además, es especialmente rico en vitamina C por lo que favorece la asimilación del hierro y tiene grandes propiedades antioxidantes.
Se dice que son de las mejores hortalizas con propiedades digestivas. Ayuda al hígado a emulsificar las grasas y a la secreción biliar.
He aquí algunas recetas con rábanos:

ENSALADA DE RABANOS, APIO Y TOMATE

Rábanos
Apio
Tomates
Vinagre                                                          
Aceite de oliva
Perejil
Sal al gusto
Lavar bien, tanto los rábanos como el apio. Pelar y sacar las semillas a los tomates. Luego cortamos los rábanos en rodajas finas. El tomate y el apio en tiras. Los colocamos en una ensaladera y preparamos la vinagreta mezclando el aceite de oliva con el vinagre y un poco de sal. Batimos para homogenizar y vertemos sobre la ensalada, mezclando bien.

JUGO PARA QUEMAR GRASA
1 tomate de árbol
2 o 3 rábanos                                               
1 rodaja de piña
Pelar la piña, lavar bien los rábanos y el tomate. Licuar con cáscara junto con la piña y tomar inmediatamente sin colar en ayunas. Desayunar una hora después.


RABANOS ASADOS CON ANCHOAS Y RÚGULA
500 g de rábanos
150 g de rúgula 
2 filetes de anchoas
1 limón
1 diente de ajo
2 cucharadas de mantequilla
1 chorrito de aceite de oliva
Precaliente el horno a 180°C. Limpie los rábanos y pártalos por la mitad. Úntelos con un poco de aceite y colóquelos  con la parte cortada hacia abajo en una bandeja o fuente de horno. Áselos unos 20 minutos hasta que estén hechos, pero aún enteros.  Mientras, ponga la mantequilla en una sartén pequeña a fuego mínimo. Cuando se haya derretido, añada las anchoas y el ajo partido en dos. Remueva hasta que las anchoas se disuelvan y la mantequilla adquiera un color tostado, sin dejarlo hervir. Deseche el ajo y añádele  el zumo de limón, moviendo la sartén para que se mezclen. 
Servir los rábanos sobre una cama de rúgula picada y bañados con la mantequilla de anchoas. Sirven para acompañar una carne o encima de una tostada.