miércoles, 20 de enero de 2021

UVAS (VID)

                               

Uva es el nombre común que reciben los frutos formados en racimos de la vid. Las uvas son ricas en antioxidantes, su índice glucémico no es alto, son ricas en fibra, hidratos de carbono, contienen vitamina C y entre sus minerales destacan el potasio, el cobre y el hierro, aunque también contienen calcio, fósforo, magnesio, manganeso, azufre y selenio. Los antioxidantes, como el resveratrol, reducen la inflamación y pueden ayudar a proteger contra el cáncer, las enfermedades cardiacas y la diabetes. 

Son muy fáciles de incorporar a la dieta pues podemos tomarlas frescas, congeladas, como zumo o incluso en vino.

Las uvas forman parte de la cultura mediterránea desde hace miles de años, se consume desde la prehistoria y los griegos y romanos les rindieron culto a través de sus respectivos dioses vinícolas, Dionicio y Baco. Pero más allá de ser el ingrediente principal del vino, las uvas son nutritivas y saludables. Se pueden comer directamente o como parte de una receta.

Algunas recetas con uvas:


POSTRE RÁPIDO CON FRUTAS

Varias frutas como para salpicón

100 gramos de queso crema

200 gramos de crema de leche

300 gramos de leche condensada

Jugo de 1 o 2 limones

Se lavan bien y se pican las frutas de su preferencia (piña, manzana, fresas, uvas, etc.). Se sirven en las copas y se refrigeran tapadas. Mientras, se bate el queso crema con la crema de leche y la leche condensada. Cuando estén bien unidas se agrega el jugo de limón y se sigue batiendo.  Antes de servir se adiciona a las copas rebanadas de banano y una o dos cucharadas de la crema.






sábado, 9 de enero de 2021

SEMILLAS DE AMAPOLA

                                           

Las semillas de amapola con las que se elaboran panes, bizcochos y otros productos de pastelería, suelen ser las que se extraen de las capsulas maduras de la amapola silvestre Papaver rhoeas o de la amapola conocida como adormidera Papaver somniferum. Estas diminutas semillas en forma de riñón han sido recolectadas por varias civilizaciones durante miles de años y tienen un consumo muy extendido por todo el mundo.

A pesar de que la amapola es una planta con propiedades sedantes y que de ella se extrae el opio, la concentración de opioides en sus semillas es muy bajo por lo que su consumo es perfectamente aceptable. 

Se le puede considerar una semilla oleaginosa ya que su mayor nutriente es la grasa. Por este motivo es una semilla muy energética. El zinc, el selenio y los ácidos grasos esenciales que aportan las semillas d amapola colaboran en la regulación de nuestro sistema inmunológico. El calcio y el fósforo remineralizan nuestros huesos y el aporte magnesio y potasio evita calambres y dolores musculares. Su aporte de proteína es bueno, siendo similar al aporte proteico de las semillas de girasol. Esta proteína es completa y de muy buena calidad al contener todos los aminoácidos esenciales. Es baja en carbohidratos y su contenido en fibra es alto. Contiene vitaminas B1 y ácido fólico. También aporta algo de vitaminas C y E.

Esta diminuta semilla cumple una doble función en repostería, dar sabor y mejorar la presentación. También tiene un efecto en la textura dado que son crujientes cuando las masticamos. Suelen usarse en crudo, aunque por supuesto, se pueden tostar, remojar y cocinar. Se puede incorporar en jugos, yogur, sopas, panes, budines y postres. Se puede preparar una infusión de semillas de amapola sola o mezclada con otras hiervas. La dosis diaria no debe superar 1 cucharadita ya que podría producir un efecto sedante excesivo.

Algunas recetas con semillas de amapola


BUDÍN DE SEMILLAS DE AMAPOLA Y NARANJA

Ingredientes:

2 tazas de harina

1 taza de azúcar 

4 huevos

½ taza de aceite girasol

½ taza de zumo de naranja

2 cucharadas semillas de amapola

2 cucharaditas de polvo de hornear

Ralladura de 1 naranja

¼ cucharadita de sal

Lo primero es engrasar y enharinar el molde que vamos a utilizar. Precalentar el horno a 180°C y tamizar la harina con el polvo de hornear y la sal. En un bol batimos los huevos con el azúcar y la ralladura de naranja hasta que doble su volumen y se vea cremoso, sin dejar de batir agregamos el aceite. Con espátula y movimientos envolventes agregamos la harina, alternando con el zumo de naranja. Por último, mientras se está mezclando, agregamos las semillas de amapola.

Verter la mezcla en el molde y hornear durante 40 minutos o hasta que se vea dorado y al introducir un palillo salga limpio.

Dejar reposar por 15 minutos antes de desmoldar.


BATIDO DE MANGO Y SEMILLAS DE AMAPOLA

3 mangos maduros

2 yogures

2 cucharadas de semillas de amapola

Pela los mangos córtalos en trozos grandes. Colócalos en la licuadora junto con los yogures y las semillas de amapola, dejando unas para decorar. Batir bien y servir con unas semillas de amapola por encima.

domingo, 3 de enero de 2021

NARANJA

                            

 La naranja es una fruta cítrica obtenida del naranjo dulce (citrus x sinesis) y de otras variedades o híbridos. Su pulpa está formada típicamente por once gajos u hollejos llenos de jugo, el cual tiene mucha vitamina C, flavonoides y aceites esenciales.

Las naranjas se pueden consumir comiendo sus gajos, en zumo e incluso como parte de una receta dulce o se sal. Las grandes cantidades de vitamina C y flavonoides que contiene hacen que ayude a nuestro sistema inmunitario reforzando nuestras defensas y las paredes celulares. La colina que contienen ayuda en los trastornos de sueño, el movimiento muscular, el aprendizaje y la memoria.

La piel de la naranja se puede utilizar como aromatizante de nuestros postres o vinagretas, pero teniendo cuidado de no llegar a la parte blanca porque amarga.

He aquí un par de recetas con naranja:


ORANGE CURD

Ingredientes:

6 yemas

150 g azúcar

80 ml de zumo de naranja

Ralladura de una naranja

50 g mantequilla

En un bol resistente al calor mezclamos las yemas, el azúcar y la ralladura de naranja. Agregamos el zumo y llevamos al baño maría hasta que espese. Bajamos del fuego y agregamos la mantequilla, mezclamos bien y envasamos en recipientes de vidrio. Una vez frío se debe llevar al refrigerador si no se va a utilizar enseguida. Puede conservase durante una semana o dos meses si se congela.


CÁSCARAS DE NARANJA CONFITADAS

Eliminar los dos extremos de la naranja. Hacer cuatro cortes en cada naranja de extremo a extremo y quitar los cuatro segmentos de piel, incluyendo la parte blanca y procurando que no se rompan. Cortar cada porción de cáscara en tiras longitudinales de medio centímetro de grosor (saldrá unas cinco o seis tiras por cada trozo de cáscara. En primer lugar vamos a blanquear las pieles de naranja para eliminar el amargor. Poner las pieles de naranja en una olla con agua y sal. Llevarla al fuego. Cuando empiece a hervir dejar cocer durante cinco minutos. Pasado este tiempo tirar el agua, escurrir las cáscaras y enjuagarlas bajo el chorro de agua fría. Poner de nuevo a hervir las cáscaras en la olla con agua. Repetir el proceso de hervir las cáscaras y aclararlas seis veces más (en total las habremos hervido siete veces). A continuación, vamos a preparar el almíbar para confitar las cáscaras. Pesar las cáscaras. Poner en una olla el mismo peso en azúcar y la mitad del peso en agua. Poner el almíbar al fuego hasta que todo el azúcar esté disuelto y comience a hervir. Sumergir las tiras de cáscara de naranja en el almíbar y bajar el fuego. Cocinar a fuego muy suave durante media hora. Apagar y dejar enfriar. Volver a poner al fuego por otro rato. Apagar y dejar enfriar. Repetir el proceso hasta que casi todo el almíbar se haya absorbido y las tiras estén blanditas. Remover de vez en cuando para asegurarnos de que no se peguen en el fondo. Hacerlo con cuidado para no romperlas. Una vez terminado el proceso, sacar las tiras de la olla, escurrirlas hasta que no suelte almíbar y colocarlas sobre una placa de silicona o papel parafinado, separando cada tira para evitar que se peguen entre sí. Si se quiere que luzcan escarchadas, rebozar en azúcar, pero si se quiere que luzcan glaseadas, o sea, lisas y brillantes, dejar tal como salen de la olla. Colocar la placa en el horno a baja temperatura (100ºC o menos) para lograr un secado más rápido.