jueves, 2 de julio de 2015

JENGIBRE (KION)

El jengibre o kion (zingiber officinale) es una planta de la familia de las zingiberáceas, cuyo tallo subterráneo es un rizoma horizontal muy apreciado por su aroma y sabor picante. Crece en todas las regiones tropicales del mundo. Las variedades más caras y de mayor calidad generalmente proceden de Australia, India y Jamaica, mientras que las más comercializadas se cultivan en China y Perú.
Famosos médicos de la antigüedad como Galeno y Avicena, usaban el jengibre como medicamento para varias dolencias. Investigaciones recientes han comprobado que la raíz del jengibre es efectiva en el tratamiento de las náuseas. Así mismo el útil como estimulante gastrointestinal, tónico y expectorante. Además es un antiinflamatorio natural.
Los rizomas tiernos son jugosos y carnosos, con un fuerte sabor.  Se recomienda consumirlo con moderación y acompañando otros alimentos. Se utilizan en infusiones, licuados, jugos, ensaladas, guisados o postres. El abuso en su consumo puede debilitar la visión. Las mujeres embarazadas, las personas en tratamiento para la diabetes o hipertensión deben consultar con su médico antes de consumirlo.
Algunas recetas con jengibre:

JENGIBRE CONFITADO
Esta es una buena manera de preservarlo cuando tenemos una buena cantidad y no queremos que se seque y se deteriore. Una vez confitado, el jengibre se puede consumir como si fuera una golosina, o puede ser utilizado para desarrollar otras recetas como pan, bizcochos, turrones.
200 g de jengibre pelado
800 g de azúcar
400 g de agua
Se pela el jengibre y se corta en la forma que se quiera (bastones, rodajas, dados). Se pesa para establecer la cantidad de azúcar que se necesita y se coloca en una olla con agua que lo cubra. Se lleva a ebullición y se deja cocinar a fuego lento, hasta que esté tierno. El tiempo depende del tamaño de las porciones.
Una vez cocido el jengibre se escurre. Se prepara el almíbar con el azúcar y el agua. Cuando empiece a hervir y el azúcar esté disuelto, agregar el jengibre y se deja cocinar a fuego lento con la olla semi tapada, desplazando un poco la tapa. Cuando el agua esté casi toda evaporada, extender el jengibre sobre placa de silicona o papel parafinado y dejar secar a temperatura ambiente. Conservarlo en recipiente hermético, preferiblemente de vidrio.
  
PURÉ DE COLIFLOR AL JENGIBRE
800 g de coliflor
250 ml de leche
200 ml de agua
2 dientes de ajo
1 trozo de jengibre
½ cucharadita de comino molido
½ cucharadita de pimienta de Jamaica
Aceite de oliva
Sal al gusto
Limpiar,  trocear la coliflor y ponerla a hervir, en una olla, con el agua, la leche y la sal. Cuando esté tierna retirarla del fuego y reservar.
En una sartén con el aceite de oliva, colocar los ajos y el jengibre rallados. Rehogar unos minutos a fuego lento. Agregar  comino, pimienta de Jamaica y mezclar bien. Verter sobre la coliflor. Añadir un chorrito de aceite de oliva y triturar hasta obtener un puré fino y homogéneo. Se puede variar la textura y densidad del puré poniendo más o menos agua/leche.
Servir el puré de coliflor y adornar con tomates asados, perejil o cebollin y un chorrito de aceite de oliva.
  
BIZCOCHO DE TÉ NEGRO Y JENGIBRE
240 ml de agua
1 bolsita de té negro
200 g de harina
150 g de azúcar
55 g de margarina
1 huevo
2 cucharadas de melaza o miel
1 cucharadita de polvo de hornear
1 cucharadita de bicarbonato de sodio
1 cucharadita de jengibre en polvo o rallado
Precalentar el horno a 180°C. Preparar la infusión de té y dejar enfriar. Tamizar la harina con el polvo de hornear, el bicarbonato. En un bol batir la margarina con el azúcar, agregar el té, la melaza, el huevo, el jengibre y seguir batiendo. Añadir los secos y mezclar con espátula hasta que no haya grumos. Verter en molde engrasado y enharinado y hornear de 35 a 40 minutos o hasta que al introducir un palillo salga limpio.

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