El garbanzo (cicer arietinum) es una especie de leguminosa,
muy extendida en la India y en el ámbito mediterraneo. Se trata de una planta
herbácea, de aproximadamente 50 cm de altura, con flores blancas o violetas que
desarrollan una vaina en cuyo interior se encuentran 2 o 3 semillas como
máximo.
Esta legumbre tiene importantes cualidades
culinarias y nutritivas. Es rica en hidratos de carbono de absorción lenta, por
lo que proporciona energía pero con unos niveles de azúcar en sangre muy
controlados. Este efecto la hace muy beneficiosa para los diabéticos que deben
controlar los niveles de glucosa, así como prevenir la resistencia a la
insulina, fase previa a la diabetes.
Pese a que las proteínas que aporta son
incompletas, por carecer de metionina, su consumo junto con cereales compensa
el déficit en dicho aminoácido, convirtiéndose en fundamental para aquellos
grupos de población que consumen pocos alimentos de origen animal.
Por su riqueza en fibra, mantiene el intestino con
buena actividad, favoreciendo el tránsito. La fibra también contribuye a reducir
los niveles de colesterol.
Dado su elevado contenido de magnesio, fósforo y
vitaminas del grupo B es adecuada en situaciones de estrés, nerviosismo y falta
de sueño. Por su alto contenido en potasio y escaso en sodio se puede incluir
en dietas de control de hipertensión arterial.
La mejor forma de consumirlos es cocidos, y antes
de preparar cualquier receta de garbanzos secos, es necesario dejarlos en
remojo por varias horas. Otra forma de consumirlos es germinados.
Las personas que tengan estómagos delicados o
problemas intestinales deben consumirlos con moderación, lo mismo los que
siguen dietas para perder peso, por su gran aporte calórico.
algunas recetas con garbanzos:
Hummus es la palabra
árabe para Garbanzo y se ha convertido en sinónimo de fiesta. Es un elemento
básico en el actual mundo gourmet.
1/2 libra de Garbanzos
1/2 pocillo de aceite de oliva
2 o más dientes de ajo triturados
2 cucharadas grandes de pasta de ajonjolí o Tahine
1 o 2 limones
sal al gusto
Remoje y pele los garbanzos. Una manera fácil de
hacerlo es usar un molino de maíz y los garbanzos se van quebrando al pasar.
Luego se ponen bajo el chorro de agua en un recipiente y las cáscaras flotan y
se van retirando. Cúbralos con agua y cocínelos sin sal en una olla hasta que
ablanden, más o menos 15 - 20 minutos. Cuando se enfríen licúelos en 2 o más tandas con 1/2 pocillo de aceite
de oliva, 2 o más dientes de ajo triturados, 2 cucharadas grandes de
pasta de ajonjolí o Tahine, el jugo de 1 o 2 limones, sal al gusto. Va
quedando una mantequilla muy suave y se sirve con un poco de aceite de olivas
por encima, perejil crespo picadito y si se quiere paprika o polvo de pimentón
rojo. El Humus es muy rico con pan árabe o como aderezo o dip.
FALAFEL
El falafel es una de las
recetas más populares en el Medio Oriente. Se elabora principalmente con
garbanzos – en Egipto se hacen con habas –y se les puede dar forma de croqueta, pequeña hamburguesa
o bola, la cual se fríe en aceite de oliva.
Es importante saber que
los garbanzos deben estar remojados más no cocidos porque el falafel se
desbarataría en el aceite.
Ingredientes:
250 g de garbanzos
2 cebollas picadas
½ taza de perejil fresco
½ taza de cilantro fresco
3 dientes de ajo
1 cucharadita de comino
1 cucharada de bicarbonato
Sal y pimienta al gusto
1 taza de pan rallado o
harina
½ cucharadita de cayena
molida (opcional)
Aceite para freír
Poner en remojo
los garbanzos desde la noche anterior y al
momento de hacer los falafeles lavarlos bien y escurrirlos. Procesar los
garbanzos junto con las cebollas, ajos, cilantro, perejil y ½ taza de agua hasta conseguir una
textura espesa. Añadir la sal, comino molido, pimienta, bicarbonato y la cayena
(opcional). Dejar reposar la mezcla en refrigeración por aproximadamente una
hora.
Tome pequeñas
porciones y dele la forma deseada, bolas, croquetas o pequeñas hamburguesas. Si
la mezcla quedó demasiado húmeda que dificulta darle la forma, añada un poco de
pan rallado o harina. Pasar los falafeles por pan rallado para terminar de
secarlos y freír en abundante aceite caliente hasta que adquieran un bonito
color dorado. Servir calientes.
NOTA: también se
pueden asar al horno a 175°C por 20 -30 minutos hasta que doren.
BIZCOCHO DE GARBANZOS Y MIEL
Para las
personas que están a régimen y quieren disfrutar de un postre esta es una buena
opción. Sin harina, huevos ni lácteos.
Es saludable, liviano y delicioso.
Ingredientes:
1 taza de garbanzos cocidos y escurridos
1 taza de copos de avena
½ taza de
mantequilla de maní
1/3 taza de jarabe de arce o ¼ de miel
2
cucharaditas de polvo de hornear
½ taza de leche de almendras
½ taza de
chips de chocolate (opcional)
Precaliente el horno a 180°C o 350°F. Forre un
molde para hornear con papel parafinado. Retire
los garbanzos de la lata y enjuáguelos con agua del grifo. Deje
escurrir. Coloque en el procesador o licuadora los garbanzos, la avena,
mantequilla de maní, jarabe de arce o miel, polvo de hornear y la leche de almendras. Procese hasta que la mezcla esté suave. Retire la
tapa, raspe los lados hacia abajo con la
espátula y procese dos minutos más. Agregue la mitad de las chispas de
chocolate, revuelva con espátula y vierta en el molde que preparó. Espolvorear
con el resto de las chispas por encima. Hornear por 20 – 30 minutos o hasta que
al introducir un palillo salga limpio.